La gestión del estado es una herramienta esencial para una gestión eficaz de la contratación.
Al permitir a los reclutadores monitorear el progreso del proceso, es posible identificar posibles retrasos y tomar medidas correctivas.
Esto ayuda a reducir el tiempo de contratación, lo que supone una ventaja para las empresas y los candidatos. Además, la gestión del estado puede ayudar a aumentar las tasas de conversión de candidatos. De hecho, los candidatos a los que se les mantiene informados sobre el progreso de su solicitud tienen más probabilidades de estar satisfechos con el proceso y seguir participando.